Sueño bajo las estrellas [libre]

Comos siempre, le habían podido las ganas de explorar, y desde su "campamento" se extendía demasiado terreno desconocido que le resultaba demasiado atractivo. Así que nada le impidió que comenzara a investigar por todos aquellos lugares.

Después de horas, cuando la noche comenzaba a cernirse sobre su cabeza, salió del bosque en el que había entrado horas antes y llegó a un prado hermoso, casi idílico, desde el cual el cielo se veía como si fuese un cuadro pintado por el mejor artista. Decidió subirse a un árbol para poder verlo mejor, pues la naturaleza siempre le había atraído y prácticamente vivía en ella.

Sin embargo, algo llamó su atención justo al pie del árbol donde había subido. Era un chico de pelo moreno que se había quedado dormido, pero al no poder verlo bien, se enganchó con las piernas de la rama más baja y cercana al durmiente y se descolgó, llegando cerca de su rostro, mirándole con curiosidad, apreciando que era muy guapo y que dormía tan plácidamente que le hizo sonreír de lado.

Sonrió de lado al escuchar la pregunta del otro, lo que le confirmaba que estaba despierto.

-¿Y qué crees que estoy mirando?- Susurró con malicia-

Pero como aun no había abierto los ojos, aprovechó para esquivar su mano, subiéndose de nuevo al árbol, sujetándose con las manos para no caer mientras se acomodaba mejor, apoyando la espalda en el tronco, dejando simplemente una pierna colgando de forma desganada, mirando hacia abajo, esperando a que el chico que había justo debajo suyo se levantara.

Al escuchar su pregunta, en realidad estuvo tentado de decir sí, pues debía admitir que el chico era muy guapo y dormido como le había encontrado, parecía incluso pacífico. Pero si algo había aprendido en tantos años vagando por el mundo había aprendido a no fiarse ni de su sombra.

Sonrió pícaramente al escuchar su pregunta mientras balanceaba su pierna de forma despreocupada sobre la rama, mirándole de forma algo descarada:

-Es un estupendo balcón para observar esta preciosa noche...y por qué no, a los seres durmientes del bosque -Dijo, guiñándole el ojo después-


Una traviesa risa escapó de entre sus labios, divirtiéndole la idea de que pudiese caerse cuando llevaba trepando a los árboles casi el mismo tiempo que llevaba caminando. Cambió de postura, volviendo a colgarse de las piernas, quedando cabezabajo, justo enfrente de su rostro para poder hablar con él sin ser grosero:

- ¿Enfermero? ¿De verdad serías tan amable con un completo desconocido?

Sonrió más al ver que le había calado, fijando sus intensos ojos esmeralda en los suyos, los cuales brillaban levemente a la luz de las estrellas.

Cuando vió que dirigía su mano hacia sus cabellos, la esquivó de forma rápida y por un momento desapareció sobre la cabeza del moreno, para simplemente caer justo ante él ágilmente, acuclillado, con las manos sobre el césped y una expresión algo salvaje en su perfilado y felino rostro, dejándolo muy cerca del suyo:

-Por muy buen samaritano que seas, y muy desconocido que sea yo...Nadie, repito, nadie, tiene derecho a despeinarme-Susurró entre dientes, clavando su mirada en la suya antes de separarse un poco, sin abandonar su postura, sonriendo después con malicia.

-Y no, pocas cosas en este mundo resultan peligrosas para mí...Estoy bastante curtido

Al escuchar sus palabras, alzó una ceja de forma escéptica, pero no varió su postura, mientras se apoyaba mejor con las manos sobre la hierba, quedando como quedaría un felino sentado:

- Más que cuidadoso, es que me pone de los nervios que me hagan eso..Ya me peino yo lo bastante despeinado como para que alguien venga y me lo deshaga¿hm?-

Cuando vió que aquel pelinegro volvía a recortar sus distancias, no hizo más sino sonreír de forma traviesa al escuchar su advertencia:

- No, un tío que dormía bajo un árbol no me parece lo bastante peligroso...Pero dime, ¿Cómo debería llamar al que se está considerando un peligro para mi?