Necesidades... [Libre]

Como cada noche desde que tenía memoria, aquel chico vagaba sin rumbo alguno. El aburrimiento lo sometía de gran manera, a tal punto que bufaba cada tantos pasos.
Sintió calor y la necesidad de tomar algo que le refresque, y de paso un lugar diferente donde permanecer unos momentos.

Saltaba por entre los arboles hasta que un lugar iluminado le llamó la atencion, sonriendo de manera casi inmediata. Bajó del arbol y se dirigió allí, entrando en aquel lugar con unos lentes que cubrían sus ojos.


- Helados... como no se me ocurrió antes -se dijo a sí mismo, riendo-

Observó la gran cantidad de sabores que ofrecían en aquel lugar, rodeando parte de aquel semicírculo.


- De que pediré~? -canturreaba mientras analizaba cada uno delos gustos, haciendo un pequeño puchero al no decidirse-

Una vez supo que pedir, se dirigió a la caja para ordenar y pagar por su postre helado, sentándose en una mesa cercana a la puerta. Comenzó a degustar aquella crema helada con tranquilidad, sintiendo como esta le refrescaba totalmente.

Si bien yo era un demonio..también era como un pequeño niño adicto al dulce y a los juguetes...y obvio, no me avergonzaba y al que se burlaze melo devoraba literalmente. Se acercó a la heladería y de una patada abrió la puerta y esta chocó contra la mesa de un chico que comía helado.

-Disculpa- dije a secas y me dirigí a empleado que se encargaba de dar los helados que me miraba con algo de miedo.

-Me da...en este mismo instante..un puto helado de 2 bolas que contenga chocolate y lucuma con trozos de galleta !¿entendido?!- El empleado del susto casi se desmaya pero se paró al instante para hacerme el pedido, yo solo limite a sonreir de lado.

Se dedicó a comer de aquel pastel hasta que el sentir la puerta le hizo sobresaltarse un poco. Frunció el entrecejo ante las disculpas y maldijo bajo, dando otra cucharada al pastel.
Solo por curiosidad, se quedó observando a aquella persona con fijeza, intentando divisar su aura para analizarle mejor. Contempló la escena divertido, sin evitar el dejar escapar una pequeña pero notoria risa ante el comportamiento del recién llegado y del empleado. Una vez que vio que el encargado se había alejado, decidió hablarle.

- Vaya modales... -río un poco- pobre hombre, casi se orina encima...

Me había quedado con una amplia sonrisa por el miedo que reflejaba el hombre que me atendía. En eso escuche las palabras de alguien trás mío, cuando voltié, pude observar que era el chico a quien le choqué la mesa con la puerta. Al mirarlo mejor supe que no era humano. Aún así me reí con él.

-Es mi pasatiempo asustar gente, y reitero mis disculpas por chocarte...se lo importante que es ese momento en el que comes algo rico y de pronto algo estúpido destruye esa sensación-

Le observó con una pequeña sonrisa, negando un poco con la cabeza.

- No hay problema, fijate la proxima... -suspiré-

Contempló mejor su aura y pudo darse cuenta de su naturaleza demoníaca, ampliando su sonrisa. Le dedicó una mirada de arriba a abajo, pensando que aquel demonio no estaba nada mal.

-Creo que ahí viene... -murmuré, señalando a la caja registradora-

Noté la forma en la que me miraba, por eso al observarle mejor, supe que no era humano pero tampoco era demonio del todo...¿sería un híbrido? Al escuchar sus palabras le sonreí de lado.

-No te vayas, que me gustaría platicar contigo mientras nos endulzamos con los helados- dicho esto relami mis labios dedicandole una mirada traviesa y fui a la caja registradora donde el hombre aún con miedo me entrego mi pedido.

-Quédate con el cambio, nena- dije dándole el dinero y saboreando el helado.

Se sonrojó un poco ante el gesto del mayor, mirandole algo apenado. Pero algo no le terminaba de concluir, parecía conocerle de otro lado. Le observó en silencio, intentando reconocerle. Sonrió al recordar aquel día en la Pastelería ¿Kyo era su nombre? Acabó su helado.

- Sería un placer quedarme, Kyo... -le sonrió pícaro- pero es una lastima que debo retirarme... -suspiró- pero si quieres, aún esta pendiente lo de mi casa, si es que lo recuerdas.. -sonrió más, tomando una servilleta y sacando una pequeña lapicera de su bolsillo, anotandole la dirección-

Dicho esto, entregó el papel y le sonrió.

- Nos vemos -dicho esto, se encaminó a la salida.

-Eh?- le miré detenidamente y cuando me sonrió recordé quien era...Iba adecir algo pero me quedé en silencio después de todo, cogiendo el papel con la dirección. Cuando vi que el chico se dirigía ala salida, decidi comerme de un poraso el helado y me escondi entre las sombras para seguirle.