confundido [Ruki x Ryo]

Me levante agil, hoy me apetecia salir a perderme por ahi, seria una tontera pero a veces me gustaba probarme haciendo cosas que jamas habia echo, aunque al comun de la gente sonara tan cotidiano casi idiota.
Sali del edificio con todo lo necesario para no perderme, suspire arreglando mi gorro y los lentes, hacia un calor infernal y yo lo odiaba pero no sabia por que tenia la dispocision de ir a meterme a un lugar tan concurrido.ya en las escaleras del lugar, rei por mi estupidez de no llegar y bajar- cobarde- me dije adentrandome, pagando y mirando a donde irira,- ummm- puse un dedo en mii boca pensando, rode mis ojos sin mas y tome lo primero que viniera, total ya me daba igual, me apegue en la puerta trasera evitando contacto con cualquier ser y mire por esta el paisaje, perdiendome en mis pensamientos.
Solo la vocecita que anunciaba que todos debian bajar me despego- donde estoy?- me pregunte sin reconocer el lugar y me fui a ver el mapa, a ver si me orientaba un poco.

Caminé entre la gente, un tanto apurado a decir verdad... me había olvidado de comprar la comida de mi pequeño perro y ahora me encontraba buscando su comida favorita. Para colmo, tuve la mala suerte de que el local a donde iba siempre a comprar estuviese cerrado por duelo; genial, me dije a mi mismo irónicamente. ¿Tanta mala suerte tuve que tener en tan sólo un maldito día?, maldición.

Suspiré y seguí caminando rápidamente, hasta que noté que no llegaría a tiempo a comprar la dicha comida al centro de la ciudad, por lo que decidí tomar aquel punto que siempre me ayudaba en estos casos: El subte. Sin pensarlo dos veces me dirigí hacia el más cercano, tomando a tan sólo unos pocos minutos el primero que vino, salvándome un poco de la mala suerte que me tomó por sorpresa este día.

Pero jamas pensé que me iba a quedar dormido apenas unos pocos minutos de haberme sentado, despertándome en la última parada, bajándome con algunas pocas personas que se dirigían a ese punto. Si bien llegué a mi destino, pero era la primera vez que tenía que venir a este lugar.. por lo que no sabía donde podía conseguir el alimento de mi caprichoso amigo.

-Veamos...- Suspiré mientras me encaminaba a ver el mapa, encontrándome también con un chico que al parecer se había perdido... como yo. Lo miré un poco con curiosidad, algo me hacía familiar en él. Aun así desvíe mi mirada y volví a dirigir la misma en el mapa, viendo como podía llegar al lugar por el cual vine aquí.

Mi mirada seguia pegada al mapa, no entendia nada, suspire preparandome para irme, saldria a fuera y caminaria mientras me orientaba, total siempre pasaba entre perdido y caminando no habia forma que encajara en este mundo humano, siempre me sentia muy lejano a ellos, aunque me haya criado en una familia casi completamente humana, no podia evitar sentir que no habia conexion, que jamas les entendiria del todo, que la vida de ellos era demasiado agitada, llena de preocupaciones y muy complicada, en cambio uno simplemente se dejaba llevar por sus instintos.
toque el mapa golpeandole suave resignado senti una presencia al lado mio, era un humano pero no.cualquiera sentia que ya le conocia, su mirada se poso en mi pro luego de un rato la quito el tambien dudaba de que si me conocia, en un flash pude recordar exactamente como nos habiamos conocido cuando simplemente eramos unos niños, cuando aun no sabia en realidad lo que era, suspire debatiendome entre hablarle o no, el era casi una de las pocos humanos que me senti a gusto, pero ya no eramos unos niños ni yo ignorante de mi especie.
Me voltee a verle del todo, si era el, sus razgos aunque ya de adulto no dejaban de mostrar lo que fue cuando pequeño, sin culpa alguna le mire.

Hice una mueca de desagrado al no saber cómo y dónde orientarme hasta que una fuerte punzada golpeó mi cabeza cuando me disponía a irme, haciendo que retrocediera unos pasos mientras llevaba mi mano, automáticamente, a acariciar la zona afectada, como si esas inútiles caricias pudieran hacer efecto alguno. Si bien no sabía el porque de aquella extraña reacción de mi metabolismo, pero seguro me estaba volviendo a enfermar, como siempre las enfermedades vienen hacia mí como estúpidas y asquerosas moscas.

Estaba por irme un tanto abrumado por lo sucedido hasta que aquel chico, inexplicablemente llamativo y/o familiar, clavó su mirada en mi persona. Lo miré un tanto confundido, mientras me acercaba a él con un poco de ... ¿temor?.

-Nh... ¿Su...sucede algo? -Logré interrogar con suavidad, viéndolo con una clara señal de confusión. Algo me decía que lo conocía, pero... ¿de dónde?.