Awakening [Hakuei]

por **Jun** Dom Jul 01, 2012 11:22 pm

Aun tenía la imagen de la espectacular casa en la que vivías, cada rincón de ella era simplemente asombrosa. Y pensar que yo creía haber exagerado con el tamaño de la mía. Pero aun tenía la duda de el porque vivir solo, en un lugar tan grande.. Y estar la mayoría del tiempo a fuera. Me gustaban más los lugares pequeños, son más acogedores si vives solo. Para ser sincero solo me mude porque mi apartamento tenía recuerdos que prefiero olvidar, un olor particular que no le abandonaba y que cada vez que le percibía solo me daban ganas de quemar todo. Pero al mudarme de igual manera, le hubiese seguido recordando si no es porque llego Hakuei. Era más que atento con mis actitudes descontroladas.

Tenía mucha razón al detenerme en el sofá. Estuve a punto de cometer el error de dejarme llevar por el deseo de olvidar cuando te besaba. Sin embargo, era diferente. Su forma de besarme era diferente y por eso me sentí vulnerable a la situación. Más me sorprendió su autocontrol... Se detuvo sabiendo como me sentía y me dió la seguridad que valía la pena. Luego de eso, solo me recosté del sofá, platicando a la deriva de diversos temas..Sin saber que fue de mi luego.

Tal vez los vasos de whisky que me había tomado solo me hicieron dormirme, profundamente. Y así estuve, aun que mantenía su aroma presente. Tal vez ese olor fue el que me hizo despertar poco a poco en vez de los rayos de luz que entraban por el ventanal. Un leve dolor de cabeza me tenía el humor algo alterado pero al notar mi entorno supe que aun estaba en aquella casa. Sentándome en la gigantesca cama, me sorprendía más al ver la inmensidad de la habitación. Me dormí..¿en que momento?... El dolor de cabeza no me dejaba pensar y ni idea tenía donde estaba metido. Solo me recosté de la cama nuevamente un par de segundos para luego levantarme a explorar la habitación.

La inmensidad y detalle, lujo por todas partes me impresionaba. El baño, armario, todo era como si nunca lo tocaran. Ya bajaba por las escaleras aun sin saber muy bien a donde me dirigían, más que una casa parecía un laberinto este lugar. Y ni siquiera se asomaban los jóvenes que siempre están al tanto de la casa. ¿Que demonios se supone que haga?..Ni siquiera tenía mis cosas a la mano cuando llegué a una sala que parecía más una oficina. Libros era lo único que veía alrededor y mi curiosidad era más que grande, por lo que solo me entretuve abriendo uno que otro libro. No dejaría que el mal humor que me producía el dolor de cabeza me amargara más de lo que ya estaba esa temporada.

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